relato de una noche y un dia en el congreso de tierras territorio y soberania


Caminando alrededor de la universidad  también veo el caminar de otr@s, que desde su manera expresan las emociones que producen este tiempo y este espacio. Me encontré con el sonido en medio de un silencio que eran como silbidos agudos pájaros, chicharras, grillos, el viento, algunas voces el motor de un carro… luego el “silencio” se rompe y estremecen los sonidos de los tambores, las danzas agitadas con gritos, el fuego a reventar bailaba de alegría y se vestía con los mejores colores “…Aguardiente para la gente que está presente” “¿quién es usted? Soy estudiante…” estudiantes resistiendo respiran y transpiran rebeldía en todos los momentos de su vida ayer fue la danza, seguí caminando debajo de un árbol, me acosté a descansar desde ahí podía ver la esquina  hacia la paso ancho de la universidad, el cielo estaba relindo un azul muy claro pero con algunas nubes. El árbol me alejó pero antes me goce una pequeña cantidad de semillas que juntas hacían un sonido suave y  “entornador”.
 Sentir la tierra y ver que un niño que vive lo mismo que un adulto,  no sea tenido en cuenta en los procesos en que se participa. Ell@s son muy sincer@s al hablar, al actuar y no con el trazo más fino plasman sus pensamientos, decían el agua nace de las montañas y de la lluvia, necesitamos la tierra para vivir  porque es la que nos da de comer, el choclo que sale del maíz, la mazamorra, el mote también; en la tierra donde vivo se siembra café y a mí me gusta, donde vivo yo se siembra café, cacao de ahí sacan el chocolate y también coca, allá nace la papa, la zanahoria y las verduras y un niño mientras dormía pintó un dibujo que decía mi tierrita.

por. una onda de radio de-mentes

No hay comentarios:

Publicar un comentario